Técnica Artesanal de Encaje de Mundillo
El mundillo es una técnica de tejido artesanal de influencia española. Son muchas las regiones del país donde se practica esta artesanía tradicional, sobre todo en la provincia de Los Santos donde existe un mayor auge de esta técnica tradicional.
La palabra mundillo se emplea indistintamente para referirse al tejido, al encaje, a la técnica del tejido y al mundillero (objeto donde se colocan los hilos para tejerse mediante bolillos). Es un dispositivo redondo forrado de tela, relleno de hojas de tallo o de aserrín, que se coloca sobre un banco de madera de cuatro patas llamado también mundillero, a la altura de las manos de la artesana para que pueda trabajar sentada ante él. En la parte interior del mundillo se coloca una piedra de río para que su peso lo mantenga firme y no se mueva al momento de realizar el trabajo. Sobre esta superficie se entrelazan hilos de colores que a su vez están enrollados en palitos de madera llamados bolillos, lo que permite que se mantengan firmes, ordenados, que no se enreden, para una mejor manipulación por parte de la artesana. Estos hilos, que se entrelazan entre sí, se sostienen con alfileres para ir dando forma al encaje de trencilla. Estas trencillas son empleadas en diversas polleras tradicionales, en vestidos estilizados, en camisillas, abanicos, sabanillas, entre otros productos.
Distintos tipos de trencillas: trencilla de boca, de corrales, pepiadas, fachenda, mixtura, plumilla, onda, bejuqueada, ojito de muñeca, pañuelos, de campo, entre otras. En el caso de la pollera, las trencillas que se le ponen reciben el nombre de acuerdo a su uso: melindrito o encaje de la boca de la camisa; piacillo o trencilla para enjaretar la camisa, para sostener los encajes (valencianos u otros) que van en la camisa, las mangas y en el susto del faldón; trencilla ancha para la boca de la camisa y para unir el cuerpo y el susto del pollerón, y melindre como se le llama al encaje que lleva la camisa de la montuna santeña.
Para la elaboración de este encaje de mundillo se utiliza una cantidad de bolillos enrollados de acuerdo al tamaño de la trencilla que se va a trabajar, incluidos los espacios blancos. Para una trencilla ancha se utilizan de 40, 44 a 48 bolillos; para el piacillo, 20; en el ruedo, 24; para el melindrito, 14; en el enjaretado, 16. Confeccionar un encaje de mundillo toma de dos a tres meses.
TIPO: Inmaterial
Localización: Provincia Los Santos – Distrito: La Villa de Los Santos, Guararé, Las Tablas
INST. GESTORA: Dirección de Patrimonio Cultural Inmaterial, Ministerio de Cultura
MATERIAL DIDÁCTICO
El mundillo es una especie de dispositivo redondo forrado de tela de cuadritos relleno de hojas de tallo o de serrín, que se coloca sobre un banco de madera de cuatro patas, llamados mundillero, que queda a la altura de las manos de la artesana para que pueda trabajar sentada ante él. En la parte interior del mundillo se coloca una piedra de río para que su peso lo mantenga firme y no se mueva mientras se realiza el trabajo. Sobre este aparato se entrelazan hilos de colores, que a su vez están enrollados en palitos de madera llamados bolillos y permiten que se mantengan firmes, ordenados y que no se enreden al ser manipulados. Estos hilos entrelazados se sostienen con alfileres, dando forma al encaje de trencilla, que luego será utilizado en las polleras de labor, blancas, montunas, vestidos estilizados, abanicos y sabanillas, entre otros.
A estas trencillas se les llama: trencilla de corrales, pepiadas, fachenda, mixtura, plumilla, onda, bejuqeada, ojito de muñeca, pañuelos, de campo, entre otras. En el caso de la pollera, las trencillas que se le colocan reciben el nombre de acuerdo a su uso, a saber: melindrito o encaje de la boca de la camisa; piacillo o trencilla para enjaretar la camisa, para sostener los encajes (valencianos u otros) que van en la camisa, las mangas y en el susto del faldón; trencilla ancha para la boca de la camisa y para unir el cuerpo y el susto, (nombre con que se conocen las partes del faldón de las polleras) y melindre, como se le llama al encaje que lleva la camisa de la montuna santeña.
Esta práctica tradicional promueve el fortalecimiento de la identidad cultural de la región. Es una actividad que las personas pueden hacer solas o en grupos, con otras labores del hogar o trabajos alternativos. Es generalmente transmitido de generación en generación, pero también están quienes aprenden en cursos y talleres. La elaboración del encaje de mundillo genera relaciones sociales y culturales en las comunidades que practican esta técnica artesanal. Con la actividad, estas contribuyen a solventar sus necesidades económicas, participando de ella familias completas.